Es una frase que se dice y se escucha fácil.
Pero, nadie sabe lo que estás viviendo. A veces, ni uno mismo sabe qué lo llevó hasta ahí. Y no importa, si es un tema familiar, profesional o social.
Dime si te ha pasado igual que a mi, que te propones una meta y suceden situaciones que no te permiten alcanzarla.
Mientras tanto, se activan los pensamientos como, “otra vez me pasó lo mismo”, “no soy capaz”, “deja de soñar y seguí donde estás”, “es que no soy suficiente”, “es mejor que yo, por eso se lo dieron”, “no le caigo bien a mi equipo”, “no está claro lo que quieren de mi”, y así, un sin fin de pensamientos que te alejan de lo que tenías planeado para tu vida.
También, puedes estar atravesando una inconformidad que no sabes ni como nombrarla, pero sientes la necesidad de servir a otros.
Las emociones que te invaden, te gritan: ¿por qué no puedes vivir en coherencia con lo que querías?